miércoles, 5 de marzo de 2008

La sombra de España será alargada



Hemos estado poco más de 24 horas en Cambrils (Tarragona). Me gusta el pueblo en estas fechas, cuando no hay estridencia ni ruido excesivo. Quizás incluso demasiada tranquilidad para un ser urbano como yo. Pasear junto al mar es un privilegio en tardes solitarias, como las que se pueden disfrutar sólo en estas fechas no vacacionales. Recuperar la visión casi adolescente del mar es lo que me gusta de esos paseos de horizontes limpios y despejados. Es posible mirarse al espejo con tranquilidad y un poco de tiempo. Suena cursi. Lo es. Pero funciona.

Ayer por la tarde hacía demasiado viento para permanecer largo rato en la playa. Así que luego me fui a dar una vuelta por el pueblo, básicamente a hacer algunos recados. Entré en la librería Galatea, por la que me gusta merodear un rato siempre que voy a Cambrils. Y allí, en primera fila de novedades encontré la última novela de David Trueba, “Saber perder”, que aún no he leído, no, pero a cuya presentación “mundial”, como dijo el propio Trueba, asistí el lunes pasado en Zaragoza, en otra de mis librerías-trampa, Los Portadores de Sueños.

Las presentaciones de libros tienen mala fama. Pero lo cierto es que muchas de ellas son simplemente un lugar de encuentro de amigos, de intercambio de pareceres, de historias, de chismes también, sí; son excusa para pasar un buen rato durante y después de la ceremonia. La de “Saber perder” fue bastante especial. Oficiaron, junto a David Trueba, Luis Alegre, Daniel Gascón y Pep Guardiola, que hablaron de todo lo divino y lo humano que se les ocurrió: del libro, claro, aunque tampoco mucho, de famosos, de Andy García, de la inmigración, de fútbol, de Barcelona, de Zaragoza… La parte erudita la encontramos en la reseña que Daniel Gascón había publicado el jueves en el suplemento Artes y Letras del Heraldo de Aragón y que se puede leer en su blog. Por cierto, la caña en el Café Zaragoza de la Plaza de España se está convirtiendo en una costumbre para algunos.

En Galatea compré “Ferry de octubre a Gabriola”, de Malcolm Lowry, un autor al que admiro en profundidad, seguramente porque nunca le importó perder pie. Pero no es esa la novela que he empezado a leer en Cambrils. En Cambrils he comenzado “Níquel” de Ferrer Lerín, que tenía pendiente y que se abre así: “Febrero, 1960. Joseph, La Muerte, camina por el oscuro, frío y húmedo pasillo que de la sala de disección conduce a la plataforma. La colilla en los labios, gafas con cristales de culo de vaso, interminable bata que debió de ser blanca arrastrando casi tanto como los dos cadáveres que lleva sujetos bajo los brazos.” Y digo: joder, menos mal que la playa me relaja. Lo que no sé es cómo tendré valor para leer esta novela ahora, a orillas del Ebro roto y de los gigantescos insectos que de día y de noche preparan la llegada de la Expo como la del advenimiento del día del juicio final.

De "España", de Manuel Vilas, que terminé una hora antes de partir para Cambrils, mientras desayunaba, sólo sé de momento que veo en adelante su sombra alargada-alargada.

Cuando volví de mi paseo atardeciente de ayer, Inma, la madre de Daniel, ese sobrino que se ha independizado en su propio blog, me cuenta que han llegado los pulsadores para el ratón adaptado del ordenador, que parece que los maneja bien y que el gran Daniel ha vuelto a merendar m-a-s-t-i-c-a-n-d-o una rebanada de pan con tomate (ya sabéis que no todo el mundo es capaz de masticar). Y estas cosas huelen a tierra, y a esperanza, y no importa que haga ventolera (como suele suceder en esta fecha cinco de marzo, en la que en Zaragoza es fiesta de guardar, porque se conmemora una victoria sobre tropas carlistas, desde siempre considerada como un símbolo del espíritu liberal de la urbe, cuando liberal era otra cosa). Una ventolera, digo, que azotaba esta tarde la espalda soleada de la AP-2, ésa en la que he sido feliz conduciendo contra el viento y hablando y hablando sobre las metamorfosis a las que nos va sometiendo Internet y este tiempo de simultaneidades en el que vivimos.

A lo mejor dentro de unos días hablo de La arquitectura de tus huesos, aunque no vaya a ser.

14 comentarios:

39escalones dijo...

Pues si en Cambrils hacía viento, en ZGZ, te diré... En realidad te ha faltado mencionar tres o cuatro veces más la palabra fútbol en la presentación de Trueba... ¿Llegaron a hablar de otra cosa?

Besos ventosos

SONIA FIDES dijo...

Luisa, hoy en el periódico Público hablan del nuevo libro de Manuel Vilas.

Un abrazo súper y gracias por la foto, las fotos ajenas a veces te hacen imaginar que estás de viaje, que el agua helada se acuerda de tus pies...

Luisamiñana dijo...

Ja, ja, ja, Alfred... Hombre, alguna cosica más dijeron, pero sí fundamentalmente fútbol y jugadas, que yo entendí de todas formas de una manera un tanto metafórica. A mi hubo algunos comentarios que me gustaron y divirtieron (me gustan las estampas...). A ver si hoy me puedo dar una vuelta bloguera, que llevo una racha horrible. Besotes.

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Gracias, Sonia, voy a mirarlo. Habrá muchos, creo. Y espero.

La foto es típica y tópica, pero esas instántaneas siempre resultan.

ybris dijo...

Pues sí que te inspiran veinticuatro horas en Cambrils.
Si es que no paras.

Besos

Lucía dijo...

Ay Luisa, desayunar leyendo es uno de mis placeres secretos: antes lo hacía con un libro, ahora lo hago con los blogs de los amigos.
Tremendo comienzo el del libro de Lerín, me están entrando ganas de leerlo.

Besos.

Anónimo dijo...

Me alegro de que disfrutarais del viento en Cambrils. Yo peleé contra la nieve mientras conducía camino de Jaraba buscando a mi madre, que ha finalizado diez días de asueto en un balneario.
El resto de la tarde me dividi entre la contemplación de mi hijo mientras jugaba con su nuevo "eye toy" en la play y la necesidad de recuperarme de un catarro que arrastro desde el sábado.

Anónimo dijo...

La ventolera ha llegado hasta Sevilla... ¡Me encanta escuchar el "uuuuuhhhh" del viento por las noches! Y eso que a la mayoría de la gente les da miedo; a mí me relaja.
Sí que es fantástica la playa cuando está desierta, ¿La has visto de noche? en un sitio sin luces artificiales y con la luna reflejándose en el mar... cursi, pero mágico.
De libros, el último que me he encargado de Círculo de Lectores es "El séptimo velo", ambientado en la España de entre-guerras,pero ahora estoy con un trabajo para la Universidad... ¡¡Qué ganas tengo de poder echarme en la cama y leerme un libro de tirón!!
Me alegro mucho de las buenas noticias.
Besos, y espero que pasarais una buena fiesta!!
Rosa.

Luisamiñana dijo...

24 horas dan para mucho, Ybris, aunque a veces lo perdemos de vista, ¿no?. Beso ventolero.

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Ese del desayuno con lectura y radio es un placer que aprendí ya de pequeñita y que nunca me ha abandonado. Ahora lo de la lectura no siempre puede ser. La novela de Lerín se merece tu lectura, creo. Un beso, Lucía

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Cuidate, Lamia, que estos tiempos son traicioneros. La nieve por tierras de Jaraba, aunque te diera mal, tuvo que ser un espectáculo espléndido. Besos al pequeñón y para ti, guapa.

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Esas playas nocturnas que mencionas, Rosa, son un sueño. En Cambrils le ponen mucha luz, pero aún hay zonas, fuera del pueblo, donde eso se puede disfrutar. Ya soy de tierra adentro, pero el mar es mi devoción. Estudia, y en los descansillos, concedete algun rato de asueto lector. Besos.

Anónimo dijo...

Que no es cursi: o que sí, sí es cursi. Pero parece que para mirarse en el espejo hay que ser cursi. Es de valientes ser cursi: yo no paseo por el mar, yo me siento cursi escribiendo unas cartas en las que cada vez tengo que reponerme al miedo al ridículo. ¡Ojalá me conteste esta vez!
(Y lees a Lowry.... valgame: debo releer Bajo el Volcán)

besos... muy, muy cursis.

Luisamiñana dijo...

Es verdad, Malvisto, también hay que ser valiente para asumir actos o situaciones cursis. ¡Suerte con tus cartas-viaje!. Lowry... sigue fascinándome a pesar del tiempo transcurrido desde que encontré Bajo el Volcán. Es brutal, por eso desarrolla un lenguaje sin red que no admite medias tintas.
Un beso.

:chemalera: dijo...

Yo aparezco sólo cuando hace mucha zierzera... pero es que este post se merece un enhorabuena para Daniel, dicho sea bien masticado. Yo que he tenido que luchar mucho tiempo con mis dientes y mis muelas, sé lo dificil que es masticar.
Luisa ¿de dónde sacas el tiempo?¿Igual lo tienes escondido en la bolsa de Mary Poppins esa que llevas?

Luisamiñana dijo...

Muchas gracias, en nombre del masticador... ja ,ja... ayer fue ya un bocadillo de pan con tomate y queso filadelfia (eso sí un tanto machacado, que hay que ir con calma).

Ya me gustaría a mi poder sacar de mi bolso Poppins todo el tiempo que necesitaría...
Un beso

entrenomadas dijo...

Oye, habla de "La arquitectura", Es excelente y saldrá, yo lo sé.
El aire se me ha llevado tres metros y ando achuchada. Sigo la visita mientras me repongo.

Besitos,

Labana dijo...

Hola, te invito a que veas la entrevista que Mara Torres y Carlos del Amor le han hecho a David Trueva en La 2 Noticias sobre su nuevo libro, en nuestra página tienes el vídeo, y si te apetece comentar, opinar... puedes utilizar allí tb los comentarios.

Vídeos de entrevistas en La 2 Noticias

Saludos,

Mara Torres Página no oficial (Labana blog)