A primera hora de la tarde se ha conocido la noticia de la muerte de Rafael Azcona, un grande. Antón Castro, tan atento siempre, ha colgado un texto de Daniel Gascón, que creo recoge muy bien la trayectoria de este gran escritor, cuya obra admiro mucho:
LOS ESPAÑOLES, LAS EUROPEAS Y EL AMOR
Rafael Azcona (Logroño, 1926) es el guionista más importante de la historia del cine español. Entre los más de cien títulos de su filmografía se encuentran algunas de las mejores películas de Marco Ferreri (“El pisito”, “El cochecito”); de Luis García Berlanga (“Plácido”, “El verdugo”, “La vaquilla”); de Carlos Saura (“La prima Angélica”, “¡Ay, Carmela!”), de José Luis Cuerda (“El bosque animado”, “La lengua de las mariposas”); de José Luis García Sánchez (“La corte de Faraón”, “Suspiros de España y Portugal”); de Fernando Trueba (“El año de las luces”, “Belle Époque”, “La niña de tus ojos”). Rafael Azcona ha escrito solo y acompañado, ha firmado guiones originales, ha adaptado obras de Fernando de Rojas, Stephen Vicinczey o Valle-Inclán, y ha pasado semanas en el balneario de Alhama de Aragón con Ferreri, intentando llevar a la pantalla “El castillo” de Kafka. Su obra, que muchas veces entronca con el sainete y el esperpento y que ha realizado junto a directores muy distintos, ha servido para retratar un país a través de unas constantes: el gusto por la comida y lo cotidiano, los perdedores infatigables y los héroes sin atributos, la obsesión por el sexo y la incomunicación, y un humor devastador. Pero antes de trabajar para el cine Rafael Azcona había publicado poemas, relatos y novelas, y había colaborado durante seis años (1952-1958) en “La Codorniz”, donde creó el personaje del repelente niño Vicente.... seguir leyendo en el blog de A.C.
6 comentarios:
Vaya, pues lo siento, Luisa. Estoy segura de que disfrutó con su trabajo. Y que sus amigos y familiares lo recordarán con cariño.
Muchos besos, Luisa.
¡Cómo me acuerdo del repelente niño Vicente!
Descase en paz.
Gracias y besos.
Lo he sentido como si hubiera muerto un pariente o un amigo muy cercano. A él le joderían tantos obituarios; por eso creo que yo no voy a hacer ninguno: a él no le hubiera gustado. De hecho, se ha ido sin avisar, sin hacer ruido.
Besos
Entiendo lo que dices, Alfred. Pero no he podido resistirme. Me he quedado así como si me hubieran arrancado una plaza del tiempo de mi vida...
Una biografía de la que muchísimos quisieran presumir, sin duda... al menos, siempre quedan sus trabajos.
R.I.P.
Besos.
Rosa.
Una lástima y una gran pérdida.
Besos.
Publicar un comentario