domingo, 22 de junio de 2008

Splash




Dije hace ya un tiempo (artículo sobre los cambios que está experimentando la ciudad de Zaragoza con motivo de la celebración de la Exposición Internacional 2008 y que se publicó en la revista Rolde), que esta Exposición despierta en mi agudas contradicciones. En general casi todas ellas son de índole ético y moral. Alguna también estética. Alguna también en cuanto a funcionalidad. Y lo recuerdo ahora, tras una semana desde la apertura de la Expo 2008, cuando todo el mundo, o casi, en la ciudad respira euforia ante este nuevo y moderno espacio urbano. Pero ya ahondaremos en ello con más tranquilidad, pues abrir este camino nos llevaría a otros, largos, de recorrido nada sencillo y sembrados de opiniones de todo tipo [es domingo por la tarde y hace calor…]

Que conste que a mi el espacio urbano generado me gusta. Querámoslo o no, las ciudades crecen junto a sus emblemas. Y los emblemas deben ir renovándose a lo largo del tiempo y de la historia. También es éste un terreno enjundioso, que ha llenado libros a lo largo del tiempo. Pero no hay ni una sola sociedad humana que no los necesite y los construya.

En uno de esos nuevos emblemas que se quieren para Zaragoza, la Torre del Agua, estuve la otra tarde muy brevemente. He oído muchas opiniones contrapuestas respecto al trabajo arquitectónico. No puedo añadir la mía, porque no recorrí el edificio en su totalidad ni el tiempo suficiente como para valorarlo. Así que tampoco juzgaré las de los demás. Pude fijarme bien en el gran Splash, la escultura que pende y oscila en el interior casi hueco, al modo de los faros, de la Torre del Agua. Y Splash me pareció de un gran osadía y belleza, aunque responda a prototipos muy ensayados ya por el equipo -Ikonic Arts- del que forma parte uno de sus creadores, Pere Gifre, cuyo trabajo es realmente espectacular y claro exponente de todas las grandes posibilidades que actualmente hay abiertas en el arte contemporáneo gracias a la tecnología informática e industrial.

El dossier de prensa que distribuye en la web Ikonics Arts sobre los trabajos de Gifre, cuenta lo siguiente sobre el proceso de diseño y creación:


La escultura Splash, de 21 metros de altura, ha sido diseñada por Program Collective y desarrollada mediante dinamicas y fluidos por Pere Gifre para la Expo Zaragoza 2008; a partir del concepto original del equipo de diseñadores Program Collective formado por: Mona Kim, Todd Palmer, Olga Subirós y Simon Taylor, para la exposición diseñada por Program Collective“Agua para la vida” en el Edifi cio Torre del Agua, Expo Zaragoza 2008(Spain).

El cálculo estructural ha sido realizado por el ingeniero José Maria Velasco de AMATRIA y la construcción por PQC bajo la dirección de PROGRAM COLLECTIVE.

Formada por 135 piezas distintas generadas íntegramente por ordenador, representan la fuerza, la belleza y el dinamismo de una gota de agua impactando en una superficie.

En este proyecto además del diseño conceptual, mediante simulación de fluidos por ordenador, se ha realizado el despiece y desarrollo técnico para su fabricación.

Hemos transformando las piezas (modelos geométricos generados por ordenador) a sistemas CAD/CAM para facilitar su reconocimiento y posterior proceso de mecanizado. Esto es lo que llamamos VFX Engineering, es decir, utilizar sistemas de simulación y efectos visuales por ordenador, para realizar un concepto más creíble y verosímil respecto a la realidad y adaptarlo a la ingeniería.



La obra resultante de todo ese proceso, traducida materialmente en poliuretano, es indudablemente un hallazgo. Redimensiona la realidad al convertir en gigantesco un proceso físico que se efectúa en milímetros: el proceso dinámico que desencadena una gota de agua cuando, al caer, choca con las fuerzas primarias de la tierra: gravedad, viento y calor. Splash es tanto ciencia como arte. Renacimiento. Me gusta.



10 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

La escultura me parece preciosa, Luisa. Anoche visitaba el blog de Pere Gifre (él tan joven), y me impresionó este proceso que llevó a cabo para realizarla. Es monumental, parece viva. Hasta el título es excelente.

Realmente es copia fiel de una gota al caer y las consecuencias de ésta al llegar al piso y salpicar. Muy bella.

Anónimo dijo...

Sí, concuerdo, también me gusta. Creo yo que este nuevo auge del arte urbano, callejero, las interveciones en los espacios donde no se espera enriquecen, llevan a pregruntas, a buenas cosas. Es como si el arte volviera a plantearse por qué es arte. Muy bien, poco me gustan las soluciones. Me gustan los problemas.

un abrazo,

39escalones dijo...

Pues me gusta mucho la escultura, al menos por la tele y las fotos. A mí la EXPO me despierta muchas, enormes contradicciones. De hecho, hasta hoy me he resistido a adquirir entrada alguna, y no tengo claro que vaya asistir, excepto si lo del bloggellón sigue adelante, cosa que me hará consumirme en arduas deliberaciones. Pero lo dejo para cuando nos comentes cuáles son tus dudas.
Besos, y buen lunes.

Anónimo dijo...

Es preciosa, de verdad.
La Expo nos ha traído mucha belleza ... y otras cosas, si.
Difícil "matrimonio".
Yo también estoy dividida y, lo voy a decir, pelín asustada con todo este maremagnum pero no puedo negar la evidencia de la belleza de algunos de sus hitos.
Besicos "luneseros"

Anónimo dijo...

Justo este Sábado tuve la oportunidad de subir hasta arriba, la Torre del Agua. A mí la sensación que me dio fue majestuosa, acogedora, y entrañable, no sé si porque entré nada más entrar a la EXPO, y estaba todavía fresca, sin cansancio, o porque tenía que ser así. Ya sabes que las circunstancias condicionan siempre la opinión y las sensaciones, creo yo. Se sube muy bien, cuando llegué arriba pensé que se me había hecho muy corto.
La escultura me pareció también preciosa, no sé si es el calificativo más adecuado, pero mi sensación fue la de integrarse con ella, como si te atrajera, a pesar del color metálico, que puede dar sensación de frío. Todo hay que decir, que aunque soy un signo de aire, siempre me he identificado con el agua, estaría siempre a remojo.
Para mí merece la pena. Besos

Luisamiñana dijo...

Entiendo que hay bastante coincidencia en sentirse bien al contemplar Splash. A mi me sugiere unas cuantas reflexiones, y eso me gusta. Van abriéndose y estableciéndose como practicables fórmulas y caminos que hace unos años no lo parecieran.
Simplemente ahora un apunte: desde el punto de vista estético, Splash es la demostración de la superación de la vieja división entre arte abstracto y figurativo, o realista. El concepto de realismo, tal y como se entendía en parámetros heredados desde la antigüedad ya no existe. Las formas de Splash no son figurativas; Splash es abastracta; pero Splahs es realista, completamente realista. Nuestras actuales posibilidades de observación de la realidad han desmoronado todos los parámetros. El arte ha de hacerse cargo de ello.

Anónimo dijo...

¡¡Fenomenal!!
Parece que puedes sentir el sonido que hace al caer y cuando la miras esperas que de un momento a otro siga moviéndose, fragmentándose... es como un plano congelado en el momento justo en que la gota de agua se rompe... y me gusta eso que dices, sobre la reconciliación entre abstracto y figurativo... la verdad es que en el arte contemporáneo hay cosas a las que calificaría de "arte" sin dudarlo y otras que, sinceramente, me cuesta mucho, pero imágenes como ésta te ayudan a creer en el arte contemporáneo, y por supuesto también en el arte es necesario innovar, ya se sabe, renovarse o morir.
Besos.
Rosa.

Anónimo dijo...

Jo, Luisa,¡cómo eres! Todo un precioso aporte de información para reconocer que te gusta. Yo no he tenido tiempo de verlo pero, te aseguro, cuando vaya me acordaré de ti y de tus apuntes técnicos. Gracias.

Anónimo dijo...

Hola Luisa, compré la revista ROLDE y me encontré con tu amplio artículo. Si le pongo nota, pues un diez.
Muy bueno, y gracias por todos los datos.
S. Manrique.

Luisamiñana dijo...

Sin duda, existe el arte contemporáneo, Rosa. En él hay apuestas válidas y fundamentadoras y otras que fallan, seguramente como siempre ha sido. Y como posiblemente siempre ha ocurrido si el trabajo tiene buenos mimbres se nota, a pesar de todo el maquillaje del marketing, la crítica y la publicidad confundidora de criterios.
Un beso,

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Lamia, es que me parece muy interesante el proceso realizado, la forma de concebirla, el trabajo compartido... Además todo parece novísimo, y sin embargo encuentro un montón de concomitancias con procedimientos y presupuestos que en su puridad conozco a raíz de investigar el arte del renacimiento. Es muy esclarecedor.
Besos.

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Gracias Sagrario. Me alegro que te gustara ese artículo, que pretendió ser quizás más optimista de lo que yo lo soy. Pero me gusta pensar en la "nueva" ciudad; esos dos conceptos, nuevo y ciudad se llevan muy bien.
Besos