No ha sido un buen día. El accidente de Barajas, terrible, anula cualquier buena sensación. La ruleta del destino ha jugado sin piedad a favor de la banca. Nada sirve. Pero a veces un momento no buscado frente a la belleza espontánea de la Tierra pueda reconfortarnos.
5 comentarios:
Duelen especialmente estas desgracias tan cercanas.
Aunque no sean las peores en este mundo azaroso en que vivimos.
Besos.
Malo malísimo. Ayer no pude evitar colgarme de la tele y de la radio toda la tarde. ¡Cuánto dolor!
A menudo se nos olvida lo frágiles y vulnerables que somos. El dolor forma parte de nuestra existencia. Y a veces lo provocan circunstancias muy cercanas, otras la simpatía por algunas no tan próximas. Ante cualquiera de ellos hay que tener medicinas.
Que hermosa foto Luisa, de verdad reconforta.
Me enteré tarde del accidente y he procurado no embullirme en exceso con la vorágine de teorías, dolor y comentarios: no puedo agotar las fuerzas, en serio.
Sin embargo es imposible abstraerse de ese dolor ajeno tan imprevisto y brutal..tienes muchísima razón: somos inmesamente frágiles, absolutamente vulnerables.
Es así.
Es terrible.
Yo me enteré nada más encender la tele por la mañana. Es una de esas noticias que te dejan aturdida, y las imágenes de los familiares buscando a los suyos entre las víctimas eran (y son) demasiado.
Preciosa foto, ojalá pudiera también meterme dentro de ella.
1 Beso.
Rosa.
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