sábado, 27 de septiembre de 2008

Visita a la Fundación Rafael Alberti




De entre las cosas más agradables que he podido hacer estos últimos días está la visita a la Fundación Rafael Alberti, en el Puerto de Santa María. No me entretengo ahora. Ya comentaremos. Sólo quería dejar un poema y un grabado del artista. El poema pertenece a "Sobre los ángeles", quizás el libro de Alberti que a mi más me guste. Alberti fue un poeta de la vitalidad. Porque él así lo quiso.





Angel bueno
Vino el que yo quería,
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.
Para, sin lastimarme,
cavar una ribera de luz, dulce en mi pecho,
y hacerme el alma navegable.

8 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

¡Habrás disfrutado tanto...!Hoy he recordado mi reciente visita, tan emocionante.Besicos.

ybris dijo...

Un poema que siempre me llegó muy dentro.
Quizá por vitalista.
Me alegro de que hayas aprovechado tan bien el tiempo.
Feliz regreso y un montón de abrazos.

Anónimo dijo...

Yo no pude visitarla jolín, coincidió que los lunes cierran. Solo arañé un par de fotillos en a puerta de entrada. Emocionada, eso sí.
Maravilloso poema.
Besos.

Anónimo dijo...

Qué bonito vuelves, guapa.

entrenomadas dijo...

Qué envidia me das.
Seguro que vuelves guapa como una rosa, relajada y encima con poema.
Bienvenida seas.


Besos,

M

Luisamiñana dijo...

Subí este mini-post en el Puerto de Santa María, desde donde llegué ayer por la noche a casa. Gracias a todos por la complicidad con Alberti. La Fundación me pareció un sitio precioso, muy cercano. Siempre emociona la cercanía del mito.

Isabel Mercadé dijo...

¡Ay, Luisa! Me encanta tu última frase. Porque hace pocos días me presentaron a la sobrina de Lorca y cuando me dio la mano, creo que hasta temblé. Y encima sentía como un nudo en la garganta, como si no fueran a salirme las palabras, mirando esos ojos negros, negros, como los de su tío (se le parece muchísimo) Menos mal que fui capaz de mascullar unas cuantas frases coherentes. Me sospeché tonta como
una gruppie pero muy pronto me disculpé porque, tú has dicho la frase exacta, también tenemos derecho a dejarnos llevar por la emoción ante la cercanía del mito.
Un abrazo.
(Hoy mismo te mando la información prometida).

Luisamiñana dijo...

Jolín, Bel, a mi me habría temblado hasta la médula, si me encuentro con Isabel García Lorca. Federico siempre será Federico y a mi todo cuanto tenga que ver con él me seguirá emocionando siempre, aunque no esté de moda.
Abrazos.