Me llama una vieja amiga. Una amiga que lo es también de Fernando. De Fernando Sarría. Me dice que le transmita su agradecimiento por brindarnos la oportunidad de pasar tan buenos ratos como el que tuvimos ayer en el magnífico (casi excelso diría yo) salón alto del edificio de Cajalón, patrocinador del Premio de Poesía Delegación del Gobierno. Y pienso qu es verdad, que es una suerte poder disfrutar de momentos así. Yo hago extenso ese agradecimiento a los otros autores premiados. A Francisco Javier Sanz, que recibió el premio mayor, y a Almudena Vidorreta, accésit junto a Fernando. Cada uno a su manera se encargó de romper el tono tendente a lo oficial que tienen estos actos. A esta "rebelión" contribuyó no poco Túa Blesa, presidente del jurado del Premio y exégeta oficiante que lo fue de cada uno de los tres libros premiados: sus juicios, su oratoria, su timbre y marchamo fueron acertados, divertidos, inteligentes.
Ya hay algunas crónicas del evento por ahí, ya. Me parece que Roberto Miranda debió quedarse enganchado de la interpretación que hizo Javier Sanz de una pieza de rebético. Porque le da al tema unas cuantas vueltas en su crónica. Cantar. Es verdad, deberíamos atrevernos más a cantar para los amigos, para los colegas, para un publico reunido, para la gente que pasa por la calle.
Cantar. Canere.
O decir poemas.
Como Javier, Fernando y Almudena.
Así lo vieron:
Javier López Clemente (o La curvatura de la córnea)
Roberto Miranda ( esta vez como Roberto Miranda)
Entrenómadas (Marta N. y su visión plus, como siempre)
José Antonio Melendo (a quien he tomado prestadas imágenes)
Primo (lo mismo digo)
*** Los libros los elabora la Editorial Acqua.
Y Fernando Sarría le ha hecho una casa-blog a El Alhaquín, para que teja y teja y teja y teja...
4 comentarios:
Muchas Felicidades FERNANDO.
Fue un acto distendido, si señora, se oyeron las carcajadas del respetable varias veces y no sé si eso es habitual en un acto así.
A pesar de llegar tarde creo que pude disfrutar del ambiente y la sala: con las crónicas que cuelgas ya me he puesto al dia.
Por cierto, Miguel Mena grabó e su ¿teléfono, ipod, pda? la canción de Javier Sanz. Queda para la posteridad semejante momento...
¿Que tal el brazo de Fernando?..que manera de firmar libros..
Un rato magnífico guapa.
Besos.
Por momentos así 600 kilómetros no son nada.
Por ellos y por todo.
Un beso.
Es genial. Gracias a tu entrada me parece estar allí, y creo que la POESIA se merece entradas como esta, y buena gente que camine y sepa compartir...Un abrazo
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