Nevada de 1962 en Barcelona (en la web de 20minutos.es)
No estoy hablando de que los gobiernos no deban aprestar sus planes de prevención y socorro. Para nada. Ni de que no se deba mejorar en todo ello. Ni de que no se haya de aprender de los países más acostumbrados a luchar con cada uno de los eventos naturales cuando éstos se convierten en amenaza. Ni de que la gente que sufre directamente las consecuencias de los mismos no deba ser atendida lo mejor posible y lo antes posible. No. Estoy hablando simplemente de ser razonables. Estoy hablando de esa malsana insistencia de muchos medios de comunicación en hacer de los problemas causados por motivos naturales una excepcionalidad intolerable. Estoy hablando de una actitud. Me parece que menospreciamos en demasía la naturaleza. Tengo la sensación de que nos creemos demasiado grandes, demasiado a salvo, demasiado listos, demasiado guapos. Y de que somos demasiado irresponsables respecto a nosotros mismos y a lo que nos rodean.
1. Tengo la sensación de que los habitantes de los países desarrollados nos hemos convertido en unos presuntuosos, prepotentes e irresponsables. Unos niños mimados (de infantilismo habló -recuerdo- Obama en su discurso de aceptación) que pensamos que nuestras necesidades, deseos y costumbres no pueden ser contradichas ni un acento. Que no hay tormenta, nevada, huracán o incendio que merezca nuestro temor. Que estamos convencidos de que padre-estado debe hacerse cargo de que nada-nada perturbe un ápice nuestra más que establecida comodidad (digo la de la gente acomodada, claro, que muchos no acomodados también hay, pero ellos ya saben).
No estoy hablando de que los gobiernos no deban aprestar sus planes de prevención y socorro. Para nada. Ni de que no se deba mejorar en todo ello. Ni de que no se haya de aprender de los países más acostumbrados a luchar con cada uno de los eventos naturales cuando éstos se convierten en amenaza. Ni de que la gente que sufre directamente las consecuencias de los mismos no deba ser atendida lo mejor posible y lo antes posible. No. Estoy hablando simplemente de ser razonables. Estoy hablando de esa malsana insistencia de muchos medios de comunicación en hacer de los problemas causados por motivos naturales una excepcionalidad intolerable. Estoy hablando de una actitud. Me parece que menospreciamos en demasía la naturaleza. Tengo la sensación de que nos creemos demasiado grandes, demasiado a salvo, demasiado listos, demasiado guapos. Y de que somos demasiado irresponsables respecto a nosotros mismos y a lo que nos rodean.
Y recuerdo que siempre las civilizaciones han repetido sus ciclos. Recordad.
2. Pero tengo la sensación de que sabemos muy poca historia. Tampoco nos importa. Y tengo la sensación de que es muy posible que ésto de los ciclos de las civilizaciones nos de igual. Los ciclos son largos.
3. Y posiblemente inevitables. Tengo la sensación.
4. A pesar de que ninguna civilización, ninguna época antes, tuvo tanta perspectiva ni tanta prospectiva como la nuestra. O sea tengo la sensación de que la información no nos hace más inteligentes.
y
5.Tengo la sensación de que ésto los sabéis todos, qué tontería.
Memética es el concepto que guía las contextualizaciones con que Miguel Angel Latorre ha construido la entrega de esta semana de La arquitectura de tus huesos a partir de su fotografía, la número 10 del libro-blog.
Memética, mímesis: para lo bueno y para lo malo, claro.
5 comentarios:
Lo que se lleva ahora es la anestesia.
Besos.
Infantilismo e inocencia. En esto tiempos nadie es responsable de nada.
Salu2 Córneos.
Hace años se decía, en broma: "Que llueve, o que no llueve... la culpa, del Gobierno". Pues ahora parece que ha dejado de ser una broma.
Bsitos
Yo tengo una seria preocupación por esas actitudes que tienden a no hablar de las responsabilidades individuales-colectivas. Tengo una seria preocupación por las desmemorias, las loas fáciles, las críticas evidentes y también fáciles, en fin.
Menos mal que nos ofreces cosas buenas para hacer frente a esta situación....
Besos.
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