lunes, 30 de marzo de 2009

Banda sonora/29: Gnossiennes nº 3

Dadá reivindicó finalmente a Erik Satie porque era pura contemporaneidad, línea desnuda, reducción al límite. Y al mismo tiempo Satie es ubicuo, música que ha regresado a la contracción, es decir, a lo esencial, y por ello atiende tanto a un roto como a un descosido, sin que por ello haya nadie de rasgarse las vestiduras.

Decía Satie en "Memorias de un amnésico" que lo que más le gustaba de un sonido era medirlo y pesarlo. Decía que él era sobre todo, más que músico, fonometrógrafo. Apreciación matemática y sensitiva del sonido. Valoración del sonido en sí. De la materia creativa. Como lo hicieron de la textura y la luz los grandes pintores de fin del XIX y principios del XX, como lo hicieron de la estructura arquitectónica Le Corbusier o la Bauhaus. Materialidad. Densidad del significado por la expresión pura.

Y en esta necesidad de reducir y repetir como un mantra radica sin duda la radical actualidad de una música que se sigue bastando a sí misma.


Y después de todo esto, sencillo el tema: Satie me gusta mucho. Mucho.

Unas referencias sobre el músico de Honfleur (qué sitio, mon dieu!):

Erik Satie, compositeur de musique

ERIK SATIE. Como todo el mundo. El solitario de Arcuell.

En la Wikipedia

7 comentarios:

laMima dijo...

Esa percepción del sonido me resulta extraña: parece que cuando queremos medir algo lo estamos reduciendo a fría y pura matemática (si es que la matemática es fría) y esta música no me provoca eso.
A mi también me gusta lo que oigo de Satie, cada vez más. Te tengo que agradecer que me abrieses la puerta de su música porque me había quedado en la Gymnopédie nº1.
Creo que lo que me gusta es ese sonido limpio y básico, claro lo que dices, esencia.
Fantástico.
Nos vemos prenda.

Aurora dijo...

Ya sé qué disco va a ser el próximo que me compre.
Te recomiendo, por si puedes, algunos conciertos que hay en la programación del Conservatorio Superior de Música, ciclo música para el recogimiento. Besos

Luisamiñana dijo...

Queridas Mima y Aurora, la verdad es que el sonido desprotegido de Satie se mete por todos los resquicios. Cada nota es lo que es, sin más. No hay red.
Me alegra que os guste también, claro.
Hay buenísima música en el Conservatorio Eduardo del Pueyo. Mañana mismo actúa el pianista Carles Santo: me gusta muchísimo. Pero mañana no creo que pueda ir a verle.

Besos

ybris dijo...

Satie me deja siempre tocado.
Cuando me quiero relajar me lo pongo de fondo.
Gracias por traerlo.

Espero que tu catarro vaya pasando.

Besos.

Carlos Miragaya dijo...

Amiga Luisa:

Da gusto esta tú hoy aquí tuya textura cristal.

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MOIN

Hasta otra

Carlos

PD: Saluda si posible de mi parte a nuestro mutuo amigo Javier Torres, Premio Oficio de Viviente 2007 a la AMISTAD

Luisamiñana dijo...

Ybris, a eso más o menos quería referirme con que Satie es ubicuo. Un abrazo

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Carlos, me hace sentirme bien que tú hayas estado bien por aquí. De eso se trata (a menudo). A ver si consigo transmitir ese saludo a Javier.
Un abrazo.

Raúl dijo...

Tras la dedicatoria que te hizo Marta en su blog, era de obligado cumplimiento descubrir tu propuesta bloguera.
Un saludo.