lunes, 20 de abril de 2009

Poesía para perdidos/5

Sábado, 18 de abril: Poesía para perdidos, 5ª sesión en este año (si no me equivoco) y 1ª de la primavera. Parrilla atrevida, para templar personalidades diferentes y encajar tonos varios:



Miguel Angel Yusta: doloroso y tierno, dolorido y sereno, optimista con la sabiduría de quienes han transitado a corazón abierto, sin cortinajes, y han sobrevivido. Yusta que se acerca a la realidad por los caminos de lo próximo y la emoción, y nos muestra siempre un intersticio que no habíamos percibido. Yusta se sube a la poesía igual que sube al autobús 76. Con naturalidad y sin perder ojo a nada. Y vale, porque a Yusta yo es que l´estimo mol.





Joaquín Sánchez Vallés (que ha estrenado libro recientemente) me golpeó con contención y tremendismo. Si Tapies hiciera endecasílabos (y ahora también verso corto, por culpa de Yusta, según dijo Joaquín Sánchez) tendría posiblemente los colores de Vallés. La gente se quedó enganchada a ese poeta enemigo que le da la brasa todas las tardes, y también rebotó contra las luces del techo de La Campana al oírle recitar el poema último de su intervención, ese donde la palabra España era pozo y camino afilado y mucha mala sangre, mala hostia.



Y por entre ellos, Experimentos in da notte, en formación de a tres (Octavio Gómez Milián, Pablo Malatesta y Luis Cebrián) y en una de las mejores sesiones que yo personalmente les he visto. Culebrearon entre la rotundidad de Vallés y la calidez de Yusta con fuerza emocional y convicción rítmica; fueron y vinieron entre poemas rockeros y de avenidas que se deslizan o saltan por los arreglos musicales, unas veces metal y otras selváticas antípodas del lenguaje meramente recurrente: explosión. Bien.




Quién lo iba a decir: resultó un triángulo de perfecta ficción donde escaparse.

No hablo sólo por mí. Pulsé opiniones al final.

A por más.






3 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Pedazo de cronicón....Muchas gracias, Luisa y un abrazo fuerte.
Que sigamos todos en brazos de la amistad muchos años.

ybris dijo...

Habría ido de cabeza, Luisa, seguro que sí.
Me conformaré con tu visión cercana y cálida.

Un abrazo grande.

Olga Bernad dijo...

Estuvo genial.
Un saludo.