Me he pasado la tarde festiva y tranquila de hoy repasando noticias y reportajes antiguos y recientes sobre el problema del Sahara, ése que habitualmente olvidamos y que el caso de Aminatu Haidar ha colocado como primer plato de nuestras vidas en estos días. Confieso que después de leer y leer no me quedan muchas ganas de nada. Seguramente, como ciudadana de a pie que soy, muchas de mis conclusiones no tendrán fundamento. Pero confieso que dedicando un buen rato a esas lecturas, he recordado datos y he encontrado otros nuevos que me ponen los pelos de pollo, como dice 39 Escalones. No sólo por la situación de Aminatu Haidar, que evidentemente en este momento es la urgente cuestión a resolver, sino también por la de otros activistas sarahauis, y más allá por lo intricado del asunto en sí, por la cantidad de cuestiones que se deben estar manejando en mitad de esta crisis. Cuestiones que parecen sobrevolar por encima de las cabezas de los simples ciudadanos de a pie, sin que realmente sea así: esas cuestiones generaron y perpetúan la situación de las gentes que viven en el Sahara y, si uno se pone a pensar -malamente-, incluso otras que también afectaron y pueden afectar a otras gentes. Jodido, jodido.
Pero, como ni me atrevo a decir más (me parece todo muy delicado y hay muchas páginas donde expertos analizan y cuentan) ni tengo fundamentos para hacerlo, voy a hacer lo de siempre: irme al cine con mis amigos. No es frivolidad. Acaso desesperanza. Sin embargo, ir al cine en la compañía de Alfredo Moreno, 39 Escalones, es una buenísima opción en este mundo de cínicos.
Ya conocéis, y si no lo recomiendo ahora, el blog de 39 Escalones, un pozo sin fondo de sapiencia y buen criterio sobre el cine de todos los tiempos y lugares: mirad, por favor....
Ahora, quiero contaros también que Alfredo ha comenzado a colaborar en el taller de radio de TEA FM con una serie de microespacios estupendos bajo el título de Distrito Cine y que ya han recibido los elogios de algunas gentes como Moncho Armendáriz: oid, oid ...
6 comentarios:
A ti pueblo saharahui
que andas pidiendo clemencia,
preso de la indiferencia
y de los que somos cobardes,
a ti te digo que no pierdas
la esperanza,
que algo no se consigue
si no se comienza,
y llevamos veinte días
viendo como esa mujer de coraje,
se está quedando en los huesos,
muriéndose por su pueblo
con una huelga de hambre.
Y a ti pueblo de España
que espantas males cantando,
te pido que dejes de mirar
para otro lado,
que ahora es tiempo de no cantar,
ahora es tiempo de luchar
y decir fuerte y gritando...
... PARA EL SÁHARA LIBERTAD,
POR LOS DERECHOS HUMANOS...
...YO TAMBIÉN SOY AMINATO HAIDAR.
Tú sí que me has puesto la piel de pollo... Thanks a lot.
La del Sahara Occ. es una cuestión peliaguda que pone de manifiesto las miserias de las democracias formales en las que vivimos y la ineficacia e ineficiencia de esas instituciones internacionales que algunos veneran como si de una reliquia de Santa Eduvigis se tratara... Maquillaje, sólo maquillaje. Y amnesia.
Besos y gracias.
Gracias, Anna. Siempre se necesitará coraje.
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Alfredo, yo más que ineficacia hablaría de cinismo, sin más. La ineficacia para unas cosas deriva de que las verdaderas razones de peso no son las aparentes, sino otras, como bien sabes.
Al final todo resulta un cruce de razones aplastantes, bajo las que las causas más elementales (libertad, igualdad, derecho a la dignidad, etc) siempre son, no sólo relegadas y marginadas, sino tamibén manipuladas si eso conviene, bien lo sabes.
Gracias a ti por tu buen trabajo (entre otras cosas)
Besos
España, en el siglo XVI, arrazó con lo que más pudo, tanto en América como en África:
Sahara "Occidental"
Dices bien. En medio de tanta tragedia como suele ser la posible pérdida de una vida entre tantos miramientos como la política exige, lo mejor es ir al cine con Alfredo.
Besos.
Sobre este asunto, si tú no te atreves a decir nada, imagínate yo... así que, sin que sea tampoco frivolidad (o al menos eso espero), me paso a comentar que no sabía eso de Alfredo en la radio... oigo, oigo.
Un beso.
Rosa.
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