Hay una luz ciega que de pronto
palpa nuestro cuerpo
y lo abre y lo disgrega.
Y la claridad canta
a la espuma y las llamas.
Y es el esplendor de la muerte
en el desfiladero de sombra,
en el bosque de nubes.
El que vive es una casa ardida y apartada
y se siente construido con vigas de fuego,
respira el anhelo de erigir más blancura,
en el cielo, contra el sol y contra la noche,
sabiendo que la vida es capricho
de un solo dios enloquecido.
palpa nuestro cuerpo
y lo abre y lo disgrega.
Y la claridad canta
a la espuma y las llamas.
Y es el esplendor de la muerte
en el desfiladero de sombra,
en el bosque de nubes.
El que vive es una casa ardida y apartada
y se siente construido con vigas de fuego,
respira el anhelo de erigir más blancura,
en el cielo, contra el sol y contra la noche,
sabiendo que la vida es capricho
de un solo dios enloquecido.
"Claridad" es un poema de Ángel Gracia, de la tercera parte (Sementera) de su libro reciente Arar, que ha publicado Prames y que
es
un poemario
esencial
Texto de la intervención de Jesús Jiménez en la presentación del libro (la otra intervención exegética corrió a cargo de Ana Muñoz)
Foto: Miguel Angel Latorre
2 comentarios:
Gran poema.
De una belleza que duele.
Kisses,
Marta
Hermosísimo y exactísimo.
Marta, tengo tu ejemplar. Sé que este libro te va a gustar mucho. Lo sé.
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