Todos los días, a la hora en punto, como un tren de alta velocidad,
la máquina bombea en mi organismo
la dosis de cafeína que preciso para recomponer con elegancia
el equilibrio:
todos los días en este viejo bar
entra directa por la fístula de la costumbre hasta mi corazón.
http://esphoto500x500.mnstatic.com/bar-resto-mama-racha-barrio-de-palermo-viejo_537671.jpg |
3 comentarios:
Milagroso café. Qué sería de nosotros sin el verdadero oro negro. Abrazos
Bonito poema. A mí lo que más me gusta del café es su aroma...
Un saludo.
La fístula de la costumbre.... Qué grande.
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