miércoles, 6 de junio de 2007

Poetizando- 39




Hoy extiendo mi mano palma arriba:
mendigo, como todos,
mi canasto de agua.
Mil veces no lo hago por vergüenza,
por orgullo, por no certificar
ante los transeúntes y sus sombras
que me duelen los huesos,
la cabeza y a menudo el estómago golpea
toda su digestión contra mis ojos.
Solo me ofrecerían hospitales e iglesias
en los que no recuerdo haber estado cómoda
ni una sola vez.
Hay sin embargo días en que todo me vale:
reclinar la mirada
ante los escaparates, fumar un cigarrillo, beberme
un par de vinos o dejarme llevar por la larga tristeza
de la tarde nublada o del final del cine solitario a las siete.
Cualquier pequeña cosa
que no tenga por nombre el de un día, el de un mes,
y pueda arrebujarme
después, como una oruga, entre cuatro paredes.


*La imagen reproduce el cuadro "Refugio" de Paul Klee (1879_1940)

9 comentarios:

Chalá perdía dijo...

Un pensamiento, un lugar, una carica en la que arrebujarte. Es bueno que sólo eso te haga sentir calidez.

Anónimo dijo...

Precioso Luisa, precioso.
...curioso el mundo de los cobijos, sí hay días que todo vale.

Anónimo dijo...

Querida Luisa, un poema muy existencial, profundo. ¿Sabes? posees mucho talento para la poesía, ojalá, creo que ya te lo dije en una ocasión, puedas reunirlos y publicarlos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Extraordinario poema, luisa, intenso y verdadero. Me quedo contigo en la puerta de una iglesia, mendigando un lugar en la sociedad. Besos.

Luisamiñana dijo...

MM, inicialmente había otro verbo en vez de "arrebujarse", pero yo quería expresar ese movimiento de enroscarse sobre uno mismo. Como un gusano cuando le tocas con un palito. Es un poema un poco petardo. Sí. Besos.


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Siempre agradezco que transmita algo lo que cuento. Gracias, pues, Inma. No sé si es hermoso. Sentido, creo que sí. Un beso.

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Gracias Magda. Y te dije también que a lo mejor me lo planteo, Aunque publicar poesía es tan dificil y complicado, que da pereza, la verdad. Un beso.


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Gracias, Isabel. Ese desclasamiento forma parte del poema, sí. Una a menudo no sabe lo que le corresponde. Besos también para ti.

ybris dijo...

Hay días que le pillan a uno con la guardia un poco bajada y algo más vulnerable de lo que se suele uno permitir para resistir los embates habituales de la vida.
Quizás de esos días en que uno quisiera extender la palma y mendigar en vez de arrebujarse entre los pliegues del día inexorable.
El poema es una preciosidad, Luisa.
De esos poemas que uno lee y relee y dice: "Pues es verdad ¿Cómo no se me había ocurrido?"
De esos poemas para días como hoy en los que no todo me vale.

Gracias y un beso.

Luisamiñana dijo...

Tal y como lo cuentas, Ybris, sobre la vulnerabilidad de algunos días. En esas ocasiones, ni refugiarse a menudo sirve. Pero da tanta vergüenza reconocerlo, ¿verdad? y pedir un poco.

Muchas gracias por tu opinión del poema y tu consideración. Un besote.

Fernando dijo...

Pero no te olvides de los crepúsculos que en silencio nos deja cada día la vida...besos vulnerables

Luisamiñana dijo...

Siempre están presentes, hermosos y meláncolicos, inevitablemente. Mejor que sean vulnerables los besos.
Besos, pues.