lunes, 30 de julio de 2007

Partida de ajedrez


Esta mañana he sabido, por 39 Escalones, que Ingmar Bergman ha muerto. Luego ha seguido muriéndose en todos los informativos. Aunque 39 Escalones tiene razón: para nosotros quizás había muerto ya antes, cuando dejó de hacer cine, puesto que para nosotros Ingmar Bergman es su cine. De todas formas, aun siendo así, la muerte física del personaje siempre nos conmueve.


Otras veces he dicho que me ha gustado mucho el cine de Bergman. Y me gusta. Aunque ahora hay películas que seguramente no volvería a ver voluntariamente: porque el clima un tanto claustrofóbico de su cine, derivado de la visión tan luterana del mundo que Bergman heredó, me causa cierta incomodidad emocional e intelectual. Aunque sigo admirando muchísimo su enorme conocimiento y entendimiento del ser humano y de sus comportamientos. Bergman ha desmenuzado los sentimientos y las razones de los hombres hasta la extenuación. Y sigo admirando su maestría en la realización, cómo no. Sólo quería dejar una nota breve, como las que se escriben en estas ocasiones. Le toca a 39 Escalones redactar el "especial" correspondiente.



"El séptimo sello" es sin duda una pieza maestra del cine universal. La partida de ajedrez que juegan durante la película el caballero y la muerte es la gran metáfora de la vida; la película está llena de referencias culturales. Y su ritmo no deja lugar a la escapatoria. Hoy Bergman perdió su partida en la isla de Faro, su lugar favorito.





Actualización : Magda Díaz Morales, siempre tan sagaz, ha incoporado en sus Apostillas Literarias un magnífico post con la visión del Woody Allen, ese gran bergmaniano, sobre el maestro sueco. Su lectura es una delicia y aporta un visión tanto personal como profesional de gran interés

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Luisa, creo Ingmar Bergman no murió cuando dejó de hacer cine porque siento que la obra de un escritor, un director de cine, un artista en general, siempre está ahí, sea pasada, presente o por hacer, y esto hace que el autor siempre esté vivo.

Esta partida de ajedréz que juegan durante la película es inolvidable, una metáfora de la vida, muy cierto.

Qué bien lo del video.

Luisamiñana dijo...

Pues,sí, Magda, desde ese enfoque tienes tú razón. Lo que 39 Escalones quería decir creo que es lo mismo, pero al revés.

No sé si para los autores será consuelo ésto de que sigan vivos en todos los que siguen sus creaciones. Pero sin duda, una parte esencial de su vida se queda con nosotros.

Me alegro de que te haya gustado ver el trocito de "El séptimo sello". Peliculón.

Anónimo dijo...

Supongo que tendré que volver a verla ya he dicho alguna vez que yo me quedaba con Fanny y Alexander...al menos es la que mejor recuerdo.
Nunca es tarde.
De cualquier forma estoy con las dos, para quienes no le conocemos personalmente el artista es su arte: empieza y termina en él.
Besos "guapisma"

entrenomadas dijo...

A mí me provoca dudas, angustias e inquietud Bergman y siempre se lo voy a agradecer. Me espabila mucho este director, en eso es único.
Cuánto ha influido Bergman en los directores? Bergman están en el cine europeo y eso es para siempre.
Besos



PD: Fanny y Alexander es bellísima.

Anónimo dijo...

Creo que de toda su filmografía sólo he llegado a ver Fanny y Alexander. Como seguro que ahora nos fríen a reposiciones en la tele, aprovecharé la ocasión.

Luisamiñana dijo...

A mi, Inma, me gusta muchas películas de Bergman. "Gritos y susurros", que me angustia sobremanera, me parece una gran película, "Fresas salvajes", "El manantial de la doncella", "El huevo de la serpiente" que creo úno de los más lúcidos análisis de cómo se genera en el seno de las sociedades la maldad, el fascismo; no sé, un montón.
Para el post, elegí el fragmento de "El séptimo sello" porque me pareció la más oportuna para las circunstancias.

Y creo que como dices, cuando no se conoce al creador en persona, éste es para nosotros su obra. Incluso si se conoce la biografía, se interpreta normalmente en función de los datos que amplifican el conocimiento de esa obra.

Besotes, chiqui.

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A mi siempre me ha removido en el asiento, Marta. Y he aprendido mucho con su cine. Aparte de que me parece la suya una obra en conjunto de gran belleza, ética y estética. Lo de mi incomodidad va quizá un poco más por un terreno personal. Es, creo, una cuestión de parámetros culturales (qué pedantería, por dió).
Pero sí, hay algo en ese sentido tan tremendo de la infinita responsabilidad del individuo (más propia, juzgo, de la tradición luterana que de la europa católica), frente a la culpa, al castigo, a la duda, que me revuelve en contra. Pero eso no quiere decir nada.

Es verdad, Fanny y Alexander es bella y espléndida.

Luisamiñana dijo...

No sé, Lamia, si habrá muchas reposiciones. No es muy comercial que digamos el buen Bergman. Y ahora en las teles, ya se sabe. De todas formas, hoy en Aragón Televisión sí reponen una (ahora no recuerdo cuál), dentro de Cine Clásico: a las doce de la noche, claro. Grábala, si puedes.
Besitos.

Anónimo dijo...

Ayer también nos dejó Michelangelo Antonioni, los grandes siempre nos abandonan en parejas.
Bergman demostró que el cine es algo más que un mero entretenimiento con mayor o menor profundidad. Nos mueve a hacernos preguntas, a meditar, a mirar dentro de nosotros mismos, a no dar nada por sentado, a no olvidar que en nosotros pesan más las emociones que una supuesta racionalidad, a que la pasión, y no la razón es quien toma las decisiones... Bergman es al cine el equivalente de los grandes literatos al mundo de las letras. Dios, la muerte, la pasión, la soledad, el hombre... Los grandes temas de Bergman son los grandes temas de la Humanidad, los temas sobre los que sabemos muy poco, o nada, sabemos mucho de Naturaleza, del Espacio, de muchas cosas, pero del Hombre sabemos muy poco. Bergman supo plantearse estas preguntas y volver el objetivo de su cámara al interior del ser humano. No obtuvo respuestas, sólo dudas, y eso basta para colocarle en el lugar de preferencia que merece.
Por otro lado, aunque su última película se estrenó en 2003, apenas tuvo difusión. Es otra fuente de reflexión. ¿Por qué todo el mundo se olvió de Bergman desde 1982? ¿Por qué la única noticia que esperaba darse de él era la que nos sorprendió ayer? ¿Por qué nos empeñamos en enterrar a la gente, muerta o en vida?
En fin. Se va un grande. Nos queda su obra, que no es poco.

Besos.

Luisamiñana dijo...

Sí, se ha ido también Antonioni, otro grande, otro inconformista por naturaleza, otro indagador.

Ya sabía yo que tú resumirías a la perfección el valor y el sentido de la obra de Bergman. A Bergman sólo parece interesarle lo esencial. Y es cierto que no tiene respuestas. Por lo menos respuestas capaces de enfrentarse a sus gigantescos interrogantes. Nos deja tan solos como lo está el caballero ante la muerte. Pero nos deja con todo lo que somos capaces de sentir y de pensar. Y además tuvo el gran valor de mantener su posición siempre.
Escalones, me temo que si en los últimos años nadie le hizo mucho caso, fue porque en los últimos años este mundo no quiere saber demasiado de si mismo.

Besos, sabio.

Anónimo dijo...

Me refería mnás a la puesta del video, Luisa, quedó perfecto. Aunque por supuesto que el pedacito de la película me encantó.

Un abrazo, y gracias.

Luisamiñana dijo...

Ah. vale Magda. Me costó un poquito, porque no se quedaba registrado el código si desde el modo html volvía al de redactar en texto enriquecido. Al final opté por no cambiar de modo, y con unos arreglitos del código se quedó bien.
Gracias, Magda.