miércoles, 8 de agosto de 2007

Un nuvol blanc

Esta mañana hemos acompañado a una querida amiga y a su familia en la despedida a su padre, que se ha ido después de muchos años de estar enfermo. La serenidad que ha presidido el acto y sus gestos me han recordado luego con insistencia la canción “Un nuvol blanc”, de Lluis Llach, que el cantante incluyó en el disco "Maremar", que dedicó a su madre, tras su fallecimiento. Me parece una canción hermosísima. Y llena de paz. Copio la letra en catalán, y en castellano más abajo.












Senzillament se’n va la vida, i arriba
com un cabdell que el vent desfila, i fina.
Som actors a voltes,
espectadors a voltes,
senzillament i com si res, la vida ens dóna i pren paper.

Serenament quan ve l’onada, acaba,
i potser, en el deixar-se vèncer, comença.
La platja enamorada no sap l’espera llarga
i obre els braços no fos cas, l’onada avui volgués queda’s.

Així només, em deixo que tu em deixis;
només així, et deixo que ara em deixis.
Jo tinc, per a tu, un niu en el meu arbre
i un núvol blanc, penjat d’alguna branca.
Molt blanca...

Sovint és quan el sol declina que el mires.
Ell, pesarós, sap que, si minva, l’estimes.
Arribem tard a voltes
sense saber que a voltes
el fràgil art d’un gest senzill,
podria dir-te que...

Només així, em deixo que tu em deixis;
així només, et deixo que ara em deixis.
Jo tinc, per a tu, un niu en el meu arbre
i un núvol blanc, penjat d’alguna branca.
Molt blanc...




Sencillamente se va la vida, y llega,
como un huso que el viento deshila, y acaba.
Somos actores a veces,
espectadores a veces.
Sencillamente, como si nada, la vida nos da y nos quita el papel.

Serenamente, cuando viene la ola, acaba,
y quizá en el dejarse vencer, comienza.
La playa enamoradano sabe de la larga espera
y abre los brazos, no fuera que la ola quisiera quedarse hoy.

Y sólo así, dejo que tú me dejes,
nada más así te dejo que ahora me dejes.
Tengo para ti un nido en mi árbol
y una nube blanca, colgada de alguna rama.
Muy blanca...

A menudo, cuando declina el sol, lo miras.
El sabe, perezoso, que si mengua, lo quieres.
Llegamos tarde a veces,
sin saber que, a veces,
el frágil arte de un gesto sencillo, podría
decirte que…

Y sólo así dejo que tú me dejes.
Y sólo así te dejo que ahora me dejes.
Tengo para ti un nido en mi árbol
y una nube blanca, colgada de alguna rama.
Muy blanca...


* Las letras vienen de la web oficial de Lluis Llach (he arreglado un poco la traducción al castellano).

8 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Qué momento duro está pasando tu amiga, que pena. La serenidad viene, en mi opinión, porque una ya no quiere que sufran cuando han pasado años enfermos, y es mejor que su sufrimiento ya no exista. Es terrible ver el dolor de seres amados y no poder hacer nada. En paz descanse.

No conocía la canción, gracias por poner la traducción. Es bellisima. Me hizo recordar lo que dice Sabina: "nuestras generaciones se van acabando...".

Luisamiñana dijo...

Es como dices, Magda. Así es.

Todo el disco de "Maremar" que Llach dedicó a su madre (en catalán, madre se dice "mare", es una hermosura. Meláncolico, pero no triste. Es sereno. Y la música es una delicia.

Un beso

Anónimo dijo...

Que delicia Luisa, no conocía la canción..me ha conmovido. Mucho.
Llach tiene una sensibilidad tan especial..es realmente magnífico. Me la guardo.
También estoy de acuerdo con Magda, a veces el alivio de terminar con el sufrimiento otorga una serenidad especial a momentos así. Aunque duela igual.
Un besazo.

ybris dijo...

La vida se va, no hay remedio.
Llach es un buen modo de despedirla.

Besos

Luisamiñana dijo...

Todo el disco "Maremar" vibra con un especial sensibilidad. Es muy hermoso, Inma. Sí, estamos de acuerdo. Realmente. Besotes.

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A mi me lo parece, Ybris: Llach un buen modo de despedir y de despedirse.

Besos también para ti.

Anónimo dijo...

Quiero darte las gracias por todos tus comentarios, ya sean de arte - Garagallo, el mudéjar, los retablos renacentistas-; los poemas tuyos, de Fernando o de otros poetas, mujeres como María Zayas, las canciones de Lluis Llach, tan tierna y tan cercana.
Y como no las noticias sobre Daniel. Un besico para él y fwliz verano.
Mamen

Chalá perdía dijo...

Morir es siempre un irse para siempre, más o menos dramático. Hay casos en que el tránsito deja más paz que dolor para los que quedan. Es así de triste cuando la vida muestra su lado miserable, aunque siempre haya una canción para hacerlo hermoso.

Luisamiñana dijo...

Mamen, todo lo contrario, gracias a ti por dedicar tu tiempo y tu atención a estos textos. Daniel anda por la playa, pero en cuanto lo vea le doy ese beso, desde luego.
Un abrazo.


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MM, así es, claro. No siempre es posible guardar la serenidad en esos momentos, pero cuando el dolor ya casi se ha agotado antes, el momento del tránsito parece ya más necesario que doloroso. Es más fácil dejarles ir.
De la canción de Llach, que me gusta mucho, me gusta sobre todo la expresión de esa idea: de esa necesidad de dejar ir. Entonces llega la serenidad.