Como adelantaban en Entrenómadas – (en un post que me ha hecho acordarme de aquellas crónicas antiguas de época, ja, ja, me encanta leerlas en viejos periódicos; los blogs recuperan perdidas tradiciones -es broma:-) chicas, un post guapísimo y lleno de cariño, lo sé; besos) - dentro de una horas salimos para Sicilia y Nápoles.
Hay lugares con los que participamos de idéntica genética histórica y cultural. Italia es sin duda uno de ellos. Alguien me dijo ayer, por ejemplo, que los sicilianos parecen más españoles que italianos. Veremos a ver. De momento comparto con las gentes de allá la melancolía de la Magna Grecia, o la desolación de Pompeya y Herculano, junto con la curiosidad por su historia, y también algunos momentos en que el pasado colocó a aquella tierra y a la mía bajo un mismo gorro político. Comparto también mi reconocimiento por textos como El gatopardo o las obras de Pirandello, y ya he encontrado en este viaje algunas cosas nuevas, como un libro sobre Sicilia de Ismael Grasa que me ha prestado la nómada Marta Navarro - tan atenta siempre a todo-, o la poesía del premio nobel Salvatore Quasimodo, que no conocía. Me voy con algunas guías y algunos libros de estos autores italianos para zambullirme en ellos en su terreno, si el viaje lo permite, que hay mucho que ver y que preguntar y que disfrutar. Son pocos días. No creo que podamos actualizar el blog. Así que dejo un fragmento de El gatopardo, la película que dirigió Visconti –a mí casi me gusta más que la novela-, en el que se recoge uno de los leitmotiv del discursos interno de Lampedusa en la narración.
Y cuelgo también un poema recién descubierto de Quasimodo, cuyo apellido mi word se empeña en escribir con “c”. El poema es del libro "La tierra incomparable".
DE LA NATURALEZA DEFORME
De la naturaleza deforme la hoja
simétrica escapa, el ancla ya
no la sostiene. Ya invierno, no invierno,
con una hoguera humea al lado del Naviglio.
Alguien puede traicionar
ese fuego nocturno, puede negar
por tres veces la tierra. Qué fuerte es
la relación, si aquí, desde hace años, qué años, contemplas
las sucias estrellas flotando en los canales
sin repugnancia, si amas a alguien
de la tierra, si cruje
la madera fresca y arde la geometría
de la hoja rugosa calentándote.
10 comentarios:
Pasadlo bien.
Y haced muchas foticos.
Y respirar italiano.
Y comer pasta rica.
....¡snif!
PD "Toy" que muerdo de envidia. grrrrrr...pero besos.
Disfrutad mucho, mucho.
Extraordinario fragmento de la peli, sin duda, y se ajusta al poema como un guante.
Buen viaje.
Besos
Envidia cochina la mía.
La última vez que pasé por Nápoles me compré una antología de poesía italiana del siglo veinte. Así que me has animado a volver a leer a Quasimodo.
Pasadlo bien.
Bueno chica... aprovecha para disfrutar de todo lo bueno y, por favor, come un poco de pasta por mí... Llevo tres meses sin catarla y, la verdad, me muero de ganas de meterme un plato de pasta entre pecho y espalda... Pero las dietas es lo que tienen: nunca puedes comer aquello que realmente te gusta. Snifff.
P. D. Creo que llevo demasiado a dieta... Os vais a Italia y sólo pienso en al pasta... ¡Qué horror!
jo, os echo de menos... se nota que no andáis por la blogosfera. pasadlo muy bien!! besitos
Consuela la ausencia sólo por imaginar que tus ojos se pasean por otros paisajes ahora mismo. Que el viaje te llene de hermosas sensaciones.
Disfrutad mucho, el viaje lo merece. Besos, querida amiga.
¡¡Bienvenida a Zeta, Luisa!!
En tu ausencia se ha aprobado la eñe para los dominios, los domiños, vamos.
muak.
Bueno Luisa, a ver si nos pones los dientes largos con alguna vista desde tus ojos.
Bienvenida de vuelta, un besazo.
Mil gracias a todos por vuestros deseos de buen viaje y por la bienvenida a la vuelta. Poco a poco iremos normalizándonos.
Besos.
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