A Màrius lo vemos sobre todo los veranos. Con Tere, su mujer. Màrius es el marido de Tere. Y ambos viven a la orilla del mar, en una ciudad más hermosa que antigua, Tarragona. La calle donde viven Màrius y Tere es una angosta rua de artistas, pegada por detrás a la catedral. Màrius tiene un taller lleno de secretos y de colores que se ponen en pie y salen a las plazas y son sonido e instrumentos que danzan, entran en los cafés como luces y lámparas y urdidas conversaciones, o bajan al mar en blanco y negro. La pintura de Màrius es tan vital como su geografía cotidiana. Y lo es porque Màrius se lo pasa bomba pintando. Y se lo pasa bomba cuando cuenta lo que hace, lo que quiere hacer, lo que está preparando. Tere y Màrius tienen hijos músicos y mucha sabiduría. La última vez que estuvimos con ellos era agosto. Comimos en un restaurante incrustado en las murallas romanas. Y paseando por la vieja Tarragona, Màrius nos fue enseñando su casa natal, su barrio de siempre, muy cerca de la calle donde ha vuelto a vivir para respirar mejor. Cuando los vemos en Cambrils siempre me duelen las piernas. Los sábados por la noche de julio y agosto hay mercado de arte junto a la playa d´en Fòres. El verano que viene bajaremos hasta el puesto de Màrius con las sillas plegables, como hacían las abuelas en los pueblos para tomar la fresca. Màrius y Teresa son dos de los mejores conversadores que conozco. Y Màrius un excelente acuarelista, que pinta en caballete y que explora las materias como los primitivos: la tinta con caña, la madera, el papel…
7 comentarios:
He visitado su página..hay trabajos preciosos (me ha gustado especialmente un cuadro titulado Cambrils...precioso)
La acuarela siempre me ha parecido un misterio, (bueno la pintura en general, es que yo soy nula. No pasé de hacer dignamente los dibujos a carboncillo en el cole) admiro a la gente que trabaja así.
Y si encima son buenos conversadores...¡lujazo de amigos!
Besos prenda.
Lujazo, sí; si algun día se pierden por aquí ya le diré a Màrius que te cuente cosas de la acuarela y demás. Ya verás qué fácil resulta. Otra cosa es hacerlo, claro, ja,ja, Yo también soy desastre.
Desde luego, cuánto artista hay por ahí, qué talento tiene este hombre. La acuarela nunca me había llamado mucho la atención, al menos hasta ahora. En cualquier caso, para los que no sabemos dibujar ni el aire siempre nos resultan ciertamente mágicos quienes saben en unas pocas líneas enseñarnos su realidad.
Besos.
En lo de la magia tienes razón, 39. Márius tiene esa capacidad. Me ilusiona que te guste. Tiene una visión muy particular y creo que transmite una gran comunicación con las cosas.
Besos lunderos, ays.
Yo aunque no pinte también quiero ir al mar, vivir allí. Oye, que la luz no es la misma, el color, la tranquilidad.He visto su trabajo y es muy bueno, un artista, la acuarela es muy difícil para mí.
Besos urbanos
Algunas veces llego aquí, enganchada de un comentario tuyo en otros blogs, nunca de paso, me entretengo en tus letras.
Este post, me gusta demasiado para quedarme sin decirte que disfruto leyéndote.
Un saludo.
Ya tienes razón, ya, Nómada guapa, con lo de la orilla del mar. Aunque no desdeñaremos la luz a orillas del río, no hay comparación. Màrius lo aprovecha bien, sí. Besotes.
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Mamen, muchas gracias por tus visitas, tus lecturas, tu amabilidad. Menos mal que me dejas recado, así paso yo también un rato por tu casa. Y gracias también por la opinión sobre el post, sobre todo porque habla de un buen amigo.
Un abrazo.
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