Me perdí ayer la cuarta sesión de Poesía para perdidos 2009. Tengo excusa: un resfriado que ha pasado sobre mí como una hormigonera. Los resfriados son crueles: te apartan de casi todo: te arrinconan, y además son contagiosos.
Ayer leyeron en La Campana de los perdidos Alfredo Saldaña y Mariano Castro. Tocó Nadie. Y podéis saber lo que ocurrió a través de las crónicas de Manuel Forega y Fernando Sarría, por ejemplo.
3 comentarios:
Vaya, Luisa ha pasado por ti como una hormigonera y ha llegado a mí como un huracán. Estamos apañadas. Espero que esté mejor.
Un beso extra súper.
Nota: cómo van los proyectos.
Pues cuídate tú también, guapa. La primavera nos pasa facturilla, con lo que a mi me gusta...
Besos
Se te echó de menos. Otra vez será.
Que te mejores. Besos
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