El sábado, 6 de junio, celebramos la última jornada de Poesía para Perdidos de esta temporada. Adelanto que la nueva se iniciará ya en el otoño, concretamente el 3 de octubre, como es habitual en La Campana de los Perdidos.
Elena Medel, Jesús Jiménez y Louisiana fueron los encargados de rubricar el sábado la temporada de Poesía para Perdidos.
-Aclaración al pairo: Poesía para Perdidos tiene en efecto la voluntad ambivalente que su nombre indica y puede tener las supuestas consecuencias opuestas: o encontrarse (con uno mismo, con otros, con todos) por fin en la poesía, o ser perdido en ella o por ella (perdido aún más, si uno ya lo estaba) - Y todo ello puede suceder a la vez durante una de las sesiones de Poesía para Perdidos.
El sábado, 6 de junio, por ejemplo.
Manuel Forega, como siempre, colgó puntualísima crónica esa misma noche ya de madrugada. En esa crónica se reproducen las presentaciones que él mismo llevó a cabo de los poetas invitados: Elena Medel y Jesús Jiménez. Y también como siempre insisto con los textos de Forega: no perdérselos si se quiere aprender un poco de cuanto él conoce y bien explica.
También Fernando Sarría, conductor -entusiasta, lo sé- de esta Poesía para Perdidos que organiza la Asociación Aragonesa de Escritores, colgó ayer su crónica, que resume sentida y esencialmente el ambiente que compartimos todos cuantos estuvimos en la última sesión de la temporada de Poesía para Perdidos.
Si léeis ambas crónicas, obtendréis una buena percepción de cuanto sucedió. Pero no me puedo callar.
Elena Medel -calidad literaria, la suya como la de J. Jiménez, que no necesitan demostrar (leer Forega, insisto, lo cuenta bien)- llegó a La Campana desde Madrid con la misma naturalidad y simpatía que si hubiera pasado a nuestra casa desde la de al lado. Ella es cálida (cordobesa). Es poseedora de una relación con el lenguaje y la realidad que le conduce a edificar un discurso poético que a mi, personalmente, me interesa mucho: el que se alza desde elementos vitales próximos, cotidianos, sin apenas decantar a priori su marchamo de poéticos, a no ser por la relación de transcendencia que entre ellos impone la visión de la escritora. Hay toda una tradición clásica -de la época histórica clásica, digo- que hace éso mismo. Siempre ha habido momentos y poetas que lo han hecho. El lenguaje contemporáneo de Elena Medel, surgido del mismo contexto que sus intereses emocionales y reflexivos, y un discurso desarrollado con la estructura de pensamiento de una mujer (¡no asustarse, no !) son los que generan vanguardia en los poemas de Elena Medel. Que tuvo la generosidad y el valor de leer (además de poemas de sus libros publicados) algunos textos inéditos directamente desde su Macintosh, simplemente porque le apeteció. Y es que la Poesía para Perdidos es un peligro...
A veces pienso que cuando Jesús Jiménez escribió "Fundido en negro" quemó las naves. Pocos libros últimos tan medidos. En él se centró la lectura de Jesús Jiménez en Poesía para Perdidos. En los poemas de "Fundido en negro" hay siempre varias dimensiones que sobrevuelan a la inmediata y que J. Jiménez devela con puntería desgarradora pero con fínisima elegancia: ésto es lo que hay, hermanos, pero no pasa nada. Precisamente porque el mundo visible no es exactamente el mundo visible y siempre cabe una pregunta más y una respuesta que surgirá más allá. Hay que acudir al símbolo, por tanto. A la ordenación que extrañamente mantiene el caos, como un reloj deteniéndose en un bar de pronto. Hubo también dos poemas inéditos y magníficos, de verdad, pero no digamos más de ellos: dejemos que el tiempo haga.
Lousiana crece, se agranda: your atention, please. Louisiana. Llevan poco tiempo como formación estable, pero la evolución va a a pasos agigantados y a mejor. Tienen sin duda una personalidad inconfundible. La voz de Ana Muñoz se está haciendo mayor; el sábado estuvo francamente bien, sonaba a viento y esquina, cuando uno es uno y más. La guitarra de Luis Cebrián y sus tremolonas improvisaciones levantaron entusiasmos entre el público, tal cual: vibrato ánima, vibrato.... Lousiana son cuatro: Ana, Luis, Richi y Dani. Faltó la percusión, con la cual - ellos aseguraban- ganan aún más. Pero, incluso sin percusión nos hicieron disfrutar un montón y emocionarnos. El escenario es su territorio, desde luego. Y un puñado de buena canciones, de color personalísimo, llenas de ideas muy atractivas. Cuando vayan aumentando repertorio vamos a encontrar, seguro, muchos más matices que ellos guardan. Your atention, please, sobre Louisina, insisto.
Conclusión: que nos lo pasamos bomba. Gracias. Y a todos cuantos han hecho de esta temporada de Poesía para Perdidos un lugar.
4 comentarios:
Joer, lo que yo echo en falta es una grabación para subirlo a youtube. Fue estupendo todo, una velada fresca y brillante, cálida y generosa de talentos.
Quiero más.
New summer resolutions: me propongo ser asidua de esas veladas perdidas. Julia ya tiene cuatro años, y en octubre Quinito ya tendrá siete. Pueden prescindir un buen rato de su mami los sábados, qué hostias.
Totalmente de acuerdo con tu apreciación, Nómada querida. Y sí, queremos más, evidentemente.... Kss
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¡Bieeennn, Inde! Tus niños seguro que te echan un poquito de menos, pero lo que dices: es un ratito y será un gustazo para los asiduos tenerte entre la compañía. Acabarás convertida al verso....
Besos
Leo esto, y todavía me da más rabia no haber asistido a ningún encuentro entre los perdidos, ya tendré que esperar al otoño, a mí me gusta el otoño, seguro que habrá noches parecidas a esta.
Un beso, Luisa.
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