Entre mis desideratas personales siempre ha estado la de "il dolce far lento". Una utopía a la que no pienso renunciar. La de la desacelaración, como bien expone en su columna de ayer en La Vanguardia Joana Bonet: "despacio y lento, al menos durante un puñado de días". Esa es mi única aspiración en realidad para las vacaciones, hasta las que todavía me queda un poco. Termina J. Bonet (la columna sólo está en la edición impresa): "en medio de una especie de epidemia existencial, se escurre la grandiosa conciencia de estar vivos". De ser visibles para nosotros mismos, diría yo, de poder constatar nuestro propio transcurso. No limitarnos a la contabilidad de todas nuestras actuaciones o nuestras propiedades, nuestra parcela de poder. Pacata satisfacción.
Mientras llegan esos días (pocos) de tiempo lento, procuro sobreponerme a la astenia mental. Tomo vitaminas y jalea real, a ver. E intento compensar mi inoperatividad neuronal con las ideas de otros. Una actividad en realidad pre-vacacional. En vacaciones uno debe actuar poco. Pero puede ser un estupendo receptor. Hay una parte de mi que ya sólo es receptor. Por eso me demoro en la lectura de artículos de prensa que en días de plena actividad tendría que pasar por alto o acumular para el fin de semana. Y me atrevo a mencionar otra página de opinión de La Vanguardia de ayer, miércoles 29 de julio: "Cáucaso: la próxima crisis rusa", de Walter Laqueur, director del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Washington. Confieso que gracias a ella he descubierto unas cuantas cosas: item que en Daguestán se hablan cuarenta lenguas diferentes, o también la existencia de algunas repúblicas caucásicas desconocidas para mi (es así), item: Bashkortostán, que es de confesión musulmana. Laqueur cree que el reto más crucial que deberá afrontar Rusia en los próximos tiempos es precisamente la resolución de la integración de su población musulmana, cada vez más numerosa, y la convivencia con las pequeñas repúblicas en las que domina la religión islámica.
Inducida por la neurona y media que me funciona me pregunto, con una miaja de angustia, acerca de cuántos problema críticos tiene el mundo que resolver en las próxima décadas (modelos económicos, movimientos poblacionales, choques culturales, cambio climático, modelos socio-tecnológicos, terrorismos, pobreza, hambre...) . Es agobiante. Luego me consuelo medio pensando que en realidad siempre ha sido así. Y repaso mentalmente, visita panorámica a la Historia. Al fin y al cabo, ¿qué diferencia hay entre la absoluta fragilidad del homo sapiens ante la naturaleza brutal y la nuestra frente a nuestras propias creaciones-excrecencias? Entre ambas, un catálogo casi innumerable de crisis. Puro caos. Eso dice la Física, al parecer.
En blanco.
Hay que reconocer que las vacas son simpáticas.
Hay que reconocer que las vacas son simpáticas.
8 comentarios:
Las vacas no solo son simpáticas, también son felices, porque ellas rumian mucho más lentamente que tu y solamente hierba comprensible, sin problemática existencial ni vivencial. Qué suerte ser vaca...
(te diré que aquí, en mi tierra, acaban en el matadero...no hay nada perfecto).
Pues yo ya estoy con el depósito de reserva (acabo hoy, tengo un mes por delante para palparme las zonas blandas), deseando que pasen cuatro horas con el motor a medio gas. Y eso, con media neurona, sólo me llega para suponer que el mundo siempre tiene problemas de esos, que, aunque graves, son secundarios, porque no resuelve el principal, uséase, que todos comamos todos los días. Lo cual nos lleva indefectiblemente a la vaca, con toda probabilidad el bicho más importante de la creación. Ya lo dijo el profeta Zebedeo, capítulo IV, versículo 16: "la vaca, queridos hermanos, es la leche".
Besos.
No sé si serán los años, pero yo también aspiro a estar "a relentí" (no sé si está bien escrito). En alguna ocasión he dicho que me gustaría tener la sensación de aburrimiento (por aquello de no tener qué hacer).
Pienso que debe haber neuronas de diferentes calidades y cualidades, a lo mejor una tuya cunde como muchas otras. Besos
Es verdad, María Jesús, nada, nada es perfecto... ni puede serlo...
Un saludo
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Comer todos: yo creo que es muy posible que si pudiéramos hacerlo (en teoría). Que no lo hagamos no parece en esencia sino la forma de brutal de mantener todo este montaje.
Bueno, 39, a disfrutar de las vacaciones. Anda. Besos.
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Eliminar tareas, también esa es mi aspiración, Aurora. Siempre digo que las tareas me comen. Aunque soy un tanto activa. Mi ralenti no es tanto no hacer nada, como hacer principalmente aquello que me gusta y hacerlo bien, despacio, y bien.
A ver si tenemos unos días de ese ralenti...
Un beso
Opino Humildemente
No enciendas la tele ni leas los diarios por un dia... despues de todo siempre nos mantienen al tanto de todo lo malo que pasa en el mundo (y muy pocas cosas buenas)...eso podria alimentar mas su angustia universal!
Saludos!
Disfrute sus vacaciones o lo que quedan de ellas!!!... ^^
Luis
me encanta el blog, visiten el nuestro. Los quiero
ale
Razón no te falta, Luis. Tomaré bien en cuenta el consejo. Gracias.
Saludos
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Ale, un abrazo, y siempre nuestro reconocimiento a vuestro trabajo y entusiasmo
Con lo que me está costando a mi desconectar este año..jolines.
Llegará, tiene que llegar.
Mientras eso de la vaca..que se lo pregunten a Ainhoa. Con lo que le gustan a mi niña.
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