The End no era the end. Era siempre el principio. Yo quería que fuese el principio. Asocio siempre esta canción a algunas noches de regreso a casa, en mi primer coche, un R7 amarillo de nombre "Tolomeo" (qué pobre, qué majo era). The End dentro de Tolomeo por el ya Paseo de Sagasta (que no Mola, como lo fue antes) era irse lejos (mientras duraba la ascensión hasta el Parque Pignatelli y giraba). Era irse lejos de la asfixiante moralina franquista que todavía entufaba muchas costumbres de los años de la transición y de los ochenta, especialmente las que tenían que ver con las mujeres - y no estoy hablando de la prehistoria, para nada (aunque a veces lo parezca y por eso me da tanto coraje ver y oír algunas cosas que vuelvo a ver y escuchar en bocas muy jóvenes).
Un par de cosas más: esta versión me parece bRUTAL... - también la letra (impensable hoy seguramente pero con tanto sentido) es soberbia-
y que le debo un post a Inde, lo sé, hija, está prometido, lo hago .... ya, ya
3 comentarios:
bueno, yo sin tufillo franquista, pero con un r11 que le di los últimos achaques con mis 18 a 20... the end a ritmo del rey lagarto. todavía me sé las letras de casi todos los temas. a "esa edad" morrison te cantaba al óido el principio, el fin y al ritmo evolucionado de su blues con manzarek, etcétera... ainsss
... y The End es la banda sonora del fenomenal principio de Apocalypse now, con Martin Sheen varado en un hotel de Saigón empezando a comerse la cabeza, iniciando su desquiciada caída a los infiernos. Y, casualidad (o no), voy y pongo un post de esa peli el mismo día que tú pones su música... Ummmm.
Besos.
Jio, a esa edad Morrison en efecto era the door... Lo de los R lo tendremos que mirar en la bola de cristal, a ver qué carta rige el asunto... Bss
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Alfred, como para mi desgracia blogueo mucho menos de lo que quisiera ultimamente (y lo peor es que eso ocurre porque tengo mogollones de tareas...), no he visto el post apocalíptico, pero voy ahora mismo-mismo: ¡cómo me gusta esa peli! Oye también bola de cristal y echadora de cartas de coincidencia, a ver...
Es que mucha coincidencia aparece por ahí, y con la de leyendas que corren acerca de Morrison...
Bss
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