Y no es por decir algo, es que realmente me ha puesto muy triste que se haya silenciado una de las voces más hermosas y que se haya apagado una persona tan cabal, y que se vaya a convertir tan pronto en referencia del pasado una mujer que ha aportado a la cultura y a la vida su forma elegante y rotunda de conjugar en su trabajo belleza y compromiso ético.
Le encontré en una de aquellas pequeñas tiendas de discos que antes existían en los barrios. En una tienda de la avenida cercana a mi casa que se llama precisamente Avenida de América. La encontré con un disco dedicado a la música venezolana. Me quedé en ese disco durante mucho tiempo, escuchándolo tardes y tardes de verano. Y además empecé con ese disco a entender que había dimensiones de la música y de la vida que aún no conocía. Busqué más cosas de Mercedes Sosa, y tras de ella aparecieron Violeta Parra, Víctor Jara... Todo ésto sueña aquí y ahora (España) más extraño de lo que debería. Hemos fagocitado a una velocidad casi suicida una buena parte de las referencias sociales y culturales que cimentaron hace unos años el presente actual. Seguramente habrá sido necesario. Pero no justo. En Hispanoamerica no es así todavía: la realidad no lo permite.
De todas las canciones de aquel disco, esta malagueña me ponía (y me sigue poniendo) la carne de gallina siempre:
4 comentarios:
Yo también he sentido esa especie de orfandad que nos dejan nuestros referentes culturales y sentimentales cuando se van.Con ella aprendí a dar gracias a la vida y a pedir a los cantores que no se callaran y a dormir al negrito y a llorar a alfonsina...En fin, que su voz nos siga acompañando.Un beso guapa
Te he leído algunas veces que lugares te recuerdan personas y viceversa. A mí hay personas que me recuerdan a otras. Siempre que escucho Mercedes Sosa, ya sea su música o su nombre, me recuerda a María José Cabrera... Cosas de la vida.
Tienes mucha razón: hemos fagocitado suicidamente muchas referencias sociales y culturales.
Ojalá la ausencia de Mercedes Sosa nos ayude a centrarnos donde precisamente hay que centrarse.
He escuchado a Soledad Bravo en su malagueña.
Impresionante.
Un fuerte abrazo.
También lo he sentido, Luisa. Creo que una de las primeras canciones que me emocionaron al escucharlas por la radio,(que por cierto, aún conserva mi madre) fue su "Gracias a la vida".
Preciosa también la canción que le dedicas.
Besos
Publicar un comentario