Respecto a lo prometido veneciano, creo que el post colgado en Pop-pins. es cumple con el objetivo de transmitir algunas de las impresiones que me han abordado en los días, escasos, de esta última estancia. No es una ciudad que haya frecuentado. Y por un lado querría ir más, casi habitar su elegancia sin lugar ni tiempo. Pero por otro, no me entusiasman tantos huecos como percibo, tanta discronía. Esta contradicción la salva sin más mi condición de turista. Qué poco justo.
Lo dicho, post veneciano en Pop-pins.es, post sobre Venezia empaquetada como un regalo (envenenado, dicho sea en el sentido más cultural que podáis pensar).
Quería también añadir una llamada de atención hacia un cuento que Fernando Aínsa, escritor uruguayo de origen español, afincado actualmente entre Zaragoza y Oliete, el pueblo de sus antepasados, ha incluido en el ultimo número de la revista Narrativas.
Y reclamo atención también para la revista Narrativas: http://www.revistanarrativas.com/, que ayer lanzó globalmente su número 19 y que dirige Carlos Manzano
El cuento de F. Aínsa se llama "El primer paciente del doctor Emilio Castelao". No sólo es un cuento de factura excelente, sino que es un cuento que versiona con agudeza la clásica oposición entre ciencia y arte, que al final no lo es: sino que todo depende de la necesidad y de la oportunidad y casi todo es simbiótico y esfuminado (vocablo usado por F. Aínsa, y que creo que los penínsulares casi no utilizamos: el castellano de América nos redescubre usualmente nuestro idioma, a los penínsulares digo)
Concluyo aprovechando esta reflexión sobre el cuento de Fernando Aínsa para aplicarla a la propia Venezia: la manifestación artística de la historia y la ciudad, a cuya sobrevivencia contribuye la ciencia (de la ingeniería, de la economía, de la energía aplicada, de la ciencia de la agudeza italiana -digamos-).
2 comentarios:
Me voy corriendo hacia Pop-pins....
Exquisita y elegante , como siempre. Besos.
Publicar un comentario