viernes, 31 de diciembre de 2010

2011: tengan cuidado ahí afuera

"Amigo mío, pienso en ti y lamento tanta confusión. Me gustaría que supieras que preferiría una nave espacial en algún lugar,
– aunque
quizás un no lugar fuera lo mejor- indescifrable, pero contigo. Todavía no hemos conseguido aprenderlo, pero sólo hay una manera de que no duela tanto: es como en las viejas canciones de rock, exactamente es así:
cógeme de la mano, abrázame, camina y no mires atrás.
No hay nada más que podamos hacer.
Camina en este instante. Camina luego otro.
Mejor aún
si pudiera verte como al comandante de la Enterprise y cada capítulo anunciara el desastre y luego no, destinados juntos a un bucle interminable. Siempre una aventura más. O no. Y fin.
O no.
Viajar en el espacio no es sino viajar hacia atrás en el tiempo como si lo hiciéramos hacia el futuro. Nos
repetimos. Nos repetimos, Orfeo. No me mires ahora,
por favor. "







(Este es un fragmento de un poema llamado "La incrédula Eurídice". El poema forma a su vez parte de un futuro libro que trata de jugar con reinterpretaciones de algunos mitos clásicos inmortales. Como "Ulises, missing in action", otro poema del que hablamos aquí hace algunas semanas. Me ha parecido que este fragmento de "La incrédula Eurídice" reunía unos cuantos tópicos muy adecuados a estas fechas de fin/principio de año: el sentido cíclico del tiempo, la necesidad de recomenzar, el camino, el apoyo mutuo ... En fin: conjúremonos e intentemoslo una vez más o muchas en el 2011: tengan cuidado ahí fuera...).

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