Hay noches de reconciliación, seguramente con uno mismo. Hay gente capaz de incitarnos a esa reconciliación. Y luego amanece mejor. Como con más respiraciones.
Así fueron el sábado-noche y antes el viernes-noche. Así de capaces son Almudena Vidorreta y Brenda Ascoz, y los showmen que son "Cuidado con el perro", y Martín Navarro con toda la gente de Nadie, . Estuvimos bien, bien en La Campana de los Perdidos, bien en Interferencias. Y éramos muchos en uno y otro lugar, junto a Brenda y Almudena, junto a Nadie. Y eso ayuda. Estar muchos reconforta. Ser muchos disfrutando de la poesía y de la música reconcilia con casi todo. Ser muchos dispuestos a dejarse atravesar por la generosidad intelectual y emocional de la poesía de Almudena Vidorreta y Brenda Ascoz, a dejarse empapar por la música inteligente y comprometida de Nadie, por el muy buen hacer musical de "Cuidado con el perro" demuestra que hay ciudad, hay trabajo bien hecho, hay ganas.
En muchos lugares de la ciudad todos los días ocurren milagros como éstos. Por la noche. También durante el día, que nutre la noche en la que tocan su música Nadie y "Cuidado...", en la que leen sus poemas Almudena y Brenda, que recitaron a la par.
Brenda y Almudena.

Almudena Vidorreta es la palabra rayos X. Cubre el largo recorrido con aliento y emoción, sin perder nunca de vista la indagación intelectual, pero también blande la corta distancia con decisión y regatea la lógica con la cinta de medir de la ironía. Sus poemas de "Algunos hombres insaciables" requieren tono casi declamatorio, y ella ayer lo alcanzó pero barruntando muy bien hasta dónde llegar -actriz vocacional que es- para no dejar a sus poemas casi apocalípticos desprotegidos. Sabe que no nos gustará todo lo que tiene que contarnos, pero ha de hacerlo: eso también es la poesía. La Campana de los Perdidos invita a la confidencia. Y Almudena puso ayer el acento de esas confidencias con sus otros poemas más cortos y directos, gancho de izquierda.
Brenda Ascoz se revuelve contra sí misma y se muerde y luego se cura las heridas y luego se mira en el espejo y luego dice: nada nunca es para tanto y sonríe y también utiliza la ironía para escapar y luego se escucha decir esa ironía y le da rabia. "Ecorché" - como su último libro, del que hablábamos apenas un par de posts más abajo-, piel abierta, carne viva. Y sin embargo, la levedad de Brenda es un lazo corredizo de seda, y así también recita, apretando, apretando, apretando mientas sonríe ella. Como si nada. Mientras intercala una broma. Y al cabo estamos noqueados por tanta soledad, por tanta desconexión mientras se buscan las sinapsis apropiadas, imposibles, y el espectador-escuchador comienza su recorrido errante. Errante Brenda que querría un jardín que no fuera jardín sino un bosque.
Se comprenderá el agradecimiento distendido con que atendimos la música de estos estupendísimos
"Cuidado con el perro" -Rafa Sanemeterio/voz y David Guillén/piano-: qué buenos. Se reencarnaron en ellos tan diversos popes de la música popular como Darin, Bowie, Lou Redd (ay, Perfect Day que "me" cantaron y todo), Platters... Una gran idea la de incorporar los intermedios musicales en este ciclo de
Poesía para Perdidos, que digo (porque lo tengo que decir y lo quiero decir) que organiza la Asociación Aragonesa de Escritores con el patrocinio del Gobierno de Aragón [atención a la crónica de maestro Forega en su
blog, que recoge además la semblanza de la actuación de Rosendo Tello iniciando el curso]
Y Sin asociaciones ni patrocinios ni nada,
Nadie saltó a la palestra el viernes en el Interferencias (pub zaragozano que cumplió recientemente sus 30 años de vida en la noche de la ciudad). La formación del viernes estuvo compuesta por David Guillén al teclado (sí, a este chico se lo rifan y con razón y además
de buen teclista, David es el mejor veterinario del mundo y de la ciudad - decía el otro día
Marta Navarro), Andrés Deser, bajo y trompeta y ex-de “El Galgo rebelde” Rubén Berlín, flauta travesera y violín y Martín Navarro, guitarra, armónica y voz.
Es verdad que hubo algunos problemas de sonido. Pero disfrutamos un montón. Me gusta mucho el nivel de compromiso de las letras de las canciones de Nadie. Me gusta mucho su posición arriesgada haciendo una música no comercial, pero sí absolutamente actual en cuanto a la fusión inteligente de sonidos. Tocan bien, de verdad, tocan bien.